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El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja. Calzado No-Trace. Desarrollo de una nueva línea de zapatos con un mínimo impacto ambiental, siguiendo pautas de ecodiseño y economía circular.

  • El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja. Calzado No-Trace. Desarrollo de una nueva línea de zapatos con un mínimo impacto ambiental, siguiendo pautas de ecodiseño y economía circular.

    El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja. Calzado No-Trace. Desarrollo de una nueva línea de zapatos con un mínimo impacto ambiental, siguiendo pautas de ecodiseño y economía circular.

    El Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja, CTCR, se erige como referente en investigación, capaz de ofrecer soluciones integrales multidisciplinares. Sus instalaciones, ubicadas en Arnedo (La Rioja), están reconocidas en el norte de España por su excelencia y modernidad.

    Se constituye como una asociación empresarial privada, sin ánimo de lucro, cuya MISIÓN es impulsar la mejora de la competitividad de las empresas a través de la generación de valor añadido tanto en sus productos como en sus procesos productivos.

    Su VISIÓN es:
    — Ingeniar ideas, para ofrecer soluciones reales que transformen la productividad de las empresas del sector calzado y otros.
    — Colaborar y participar estrechamente con las personas de manera activa, responsable e implicada en el diseño y desarrollo de los proyectos, así como en la consolidación de los resultados.
    — Implementar la innovación como garantía de la transformación empresarial y/o refuerzo de la imagen de marca de cara al cliente final.

    La continua actividad de I+D del Centro ha permitido gestionar 30 proyectos en 2018, tanto internos (propios y exclusivos del CTCR) como externos (para empresas), de acuerdo a las siguientes áreas:
    • Sostenibilidad y Materiales Avanzados: Nanotecnología – Medio Ambiente – Biotecnología
    • Industria 4.0: TIC´s – Electrónica y Automática – Mecánica y Prototipado

    Asimismo, según datos de 2018, ha ofrecido servicios tecnológicos, para más de 170 clientes/empresas distintas que contrataron 390 servicios especializados. De manera paralela, presume de los laboratorios más importantes del norte de España que, acreditados por ENAC, realizan más de 3.000 ensayos anuales en calzado completo y/o componentes.

     

    TÍTULO DE LA BUENA PRÁCTICA

    Calzado No-Trace. Desarrollo de una nueva línea de zapatos con un mínimo impacto ambiental, siguiendo pautas de ecodiseño y economía circular.

    DESCRIPCIÓN CORTA DE LA BUENA PRÁCTICA

    Esta colección No-Trace es el resultado de un innovador proyecto de ecodiseño desarrollado por el CTCR para la empresa Calzados Zel´s, que ha permitido la obtención de una nueva línea de zapatos, consiguiendo reducir en un 70% el impacto de su huella ambiental. ¿Cómo? Apostando por el rediseño de un producto totalmente artesanal, alpargatas, e incorporando durante todo el proceso de producción, materiales ecológicos y sostenibles e, incluso, fibras naturales, hasta conseguir una colección respetuosa con el medioambiente y con mejores características técnicas.

    La búsqueda de alternativas y materiales eco ha sido la clave para la consecución de esta acción de economía circular, y, concretamente: neumáticos usados para la suela, triturado de corcho y espumas recicladas para la entre suela, tejido natural fabricado 100% con fibra de piña para el empeine, tejido hecho a base de láminas de madera, corcho o goma Eva, producido de forma sostenible y unido con un adhesivo no contaminante, también para el corte, etc.

    El concepto NO-TRACE que sigue el CTCR permite así dar voz a un compromiso con la Responsabilidad Social, siguiendo la visión del «hacer más y mejor con menos», de reducir el uso de recursos, la degradación y la contaminación a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos.

     

    DESARROLLO DE LA BUENA PRÁCTICA

    Expertos medioambientales estiman que es necesario mantener “seis árboles durante un año” para compensar las emisiones de CO², generadas durante la fabricación de un par de zapatos. En base a esta premisa, el CTCR apuesta por el ecodiseño como la metodología idónea para la consideración de los aspectos ambientales en todas las etapas del proceso de desarrollo de productos, motivando la consecución de la reducción del impacto/contaminación. Y ¿para qué? para la realización de una innovadora línea de calzado ecodiseñado, que ha otorgado a la empresa una fuerte ventaja competitiva dentro de un sector, en el que cada vez es más creciente el interés por la moda sostenible. Y es que, gracias a esta simbiosis entre innovación y sostenibilidad, el CTCR ha demostrado que aquellos productos que se elaboran a partir de recursos naturales o residuales mantienen la misma calidad, diseño y propiedades técnicas que los no considerados «eco- friendly».

    Ante ello, a modo de primera fase o etapa inicial se plantearon, como fundamentales, dos tareas durante el proyecto:
    – Análisis del ciclo de vida del producto. El CTCR definió la UNIDAD FUNCIONAL (un par de zapatos) y trabajó conjuntamente con la empresa, Calzados Zel´s, para recopilar datos referentes a los materiales que componen el producto a evaluar, tales como suela, plantilla, entresuela, material de empeine, cierre de contacto, etc. y a los procesos productivos asociados a la fabricación del mismo, tales como cortado de materiales, cosido, lijado, pegado, etc. Para la evaluación del impacto ambiental se consideraron los estándares establecidos por la “ISO 14040 Gestión ambiental. Análisis del ciclo de vida”, y la metodología “Eco Indicator 99” especialmente destinada a la interpretación de resultados, para el cumplimiento de objetivos sostenibles.

    Así, se inventariaron todos los componentes que se utilizaban, además de los procesos empleados, sin tener en cuenta aspectos ambientales, y se confirmó un Impacto ambiental de 953 mPt: milipuntos (1 Pt representa 1 centésima parte de la carga ambiental anual de un ciudadano europeo medio).

    – Cálculo de la Huella de Carbono. La huella de carbono muestra el cálculo definitivo de las emisiones de gases de efecto invernadero, a nivel de producto. Se trata de una medición de la cantidad de CO² que se emite a la atmósfera a lo largo del Ciclo de Vida.

    De este modo, la huella de carbono calculada para el par de zapatos correspondientes a la citada unidad funcional, confirmó unas cifras de 11,5 kg CO².

    Tras analizar los resultados obtenidos en detalle, se concluye que el conjunto de suela y entresuela aporta el mayor porcentaje de contaminación, el 77% del impacto del modelo y el material de empeine el 12,5%. Por lo que se comienza a trabajar en las acciones de mejora y optimización, atendiendo, sobre todo, a esos componentes que evidencian ser los más contaminantes.

    En la segunda fase del proyecto y tras una ardua labor de vigilancia tecnológica así como de brainstorming, para la búsqueda de alternativas, ideas y materiales ecológicos, se plantea la siguiente estrategia:

    -Seleccionar materiales de bajo impacto (más limpios, más renovables, de menos contenido de energía, reciclados, reciclables…)

    -Reducir el uso de material (peso y volumen)

    -Seleccionar técnicas de producción ambientalmente eficientes: vías de fabricación alternativas, con menos etapas de producción, donde el consumo de energía sea menor y más limpia…

    En la tercera fase del proyecto y siguiendo lo anterior, se procede al desarrollo sostenible, como tal, de cada parte del calzado:

    • Suela: tras estudiar en profundidad diversos materiales, el CTCR llegó a la conclusión de que las posibilidades que ofrecían los neumáticos usados eran múltiples y muy interesantes. Tal es así, que una vez realizada la descomposición de los neumáticos fuera de uso, NFU, se obtuvieron las suelas para los primeros modelos ecodiseñados, con el añadido de que además serían totalmente compatibles con las entresuelas de otros materiales (goma eva, caucho, poliuretano) y sus emisiones de gases de efecto invernadero, totalmente despreciables, al tratarse de un material reciclado.

    • Entresuela: la modificación de la entresuela supuso un gran factor de éxito en el proyecto. Por una parte, se disminuyó la cantidad de yute, pues aunque es una fibra natural y ecológica, la cantidad de emisiones que supone su transporte desde el lugar de procedencia, India y Bangladesh, hasta el lugar de fabricación del calzado en España es muy elevado. En su defecto, se sustituyó por un nuevo material diseñado por el CTCR a partir de triturado de corcho y espumas recicladas, tratándose de una alternativa muy eficaz para aportar confort, sin perder transpirabilidad y reducir en gran medida el impacto de este componente.

    • Material de empeine: se eligió un tipo de tejido natural, PIÑATEX, fabricado 100% con fibra de piña, es decir, a partir de las propias hojas del fruto: se trata, de un innovador cuero vegetal que ofrece una alternativa ecológica, sostenible y real al cuero animal, cuyo impacto medioambiental es muy alto, debido al proceso de curtición, necesario para conseguir la flexibilidad de la piel. Por tanto, se descartó el empleo de pesticidas o fertilizantes para recurrir a las hojas de piña que, normalmente, acaban pudriéndose en el suelo. Asimismo, se eligió otro material de corte, también natural, un tejido hecho a base de láminas de madera, producidas de forma sostenible y unidas con un adhesivo no contaminante. Y por último se planteó otro diseño elaborado con corcho y goma Eva, así como con material textil tejido, algodón reciclado mezclado y poliéster procedente de botellas de PET.

    En total, se desarrollaron cuatro modelos para la colección No-Trace.

    RESULTADOS

    En la cuarta fase del proyecto, tras inventariar de nuevo todos los compontes y procesos de la colección rediseñada, se obtuvieron los excelentes resultados tan deseados. Tras analizar el ciclo de vida de los nuevos modelos ecodiseñados, se confirma la consecución de una reducción de hasta el 70% del impacto de huella ambiental.

    Modelo Basic (no ecodiseñado):
    • Impacto (mPt): 953
    • Huella de Carbono (kg CO²): 11,5

    Modelo 1 No Trace (Piñatex):
    • Impacto (mPt): 282
    • % reducción impacto: 70
    • Huella de Carbono (kg CO²): 2,80
    • % reducción de Huella: 76

    Modelo 2 No Trace (Madera):
    • Impacto (mPt): 550
    • % reducción impacto: 42
    • Huella de Carbono (kg CO²): 6,07
    • % reducción de Huella: 47

    Modelo 3 No Trace (Corcho+Goma EVA):
    • Impacto (mPt): 310
    • % reducción impacto: 68
    • Huella de Carbono (kg CO²): 2,49
    • % reducción de Huella: 78

    Modelo 4 No Trace (Tejido, algodón y botellas):
    • Impacto (mPt): 285
    • % reducción impacto: 70
    • Huella de Carbono (kg CO²): 2,99
    • % reducción de Huella: 74

    LECCIONES APRENDIDAS

    El CTCR ha conseguido aunar en esta nueva colección la mejora del impacto ambiental y la reducción de la contaminación, comprometiéndose con el valor añadido que genera el concepto No trace” “SIN HUELLA”. La filosofía de la nueva colección de calzado ecodiseñada, basada en la contribución al Medio Ambiente, adquiere en este proyecto un gran esfuerzo, constatado en datos reales la reducción de emisiones de CO². En definitiva, el CTCR da fe así del QUÉ HACER, en cumplimiento de las 6RE:

    1. Repensar el producto y sus funciones.
    2. Reducir la energía y los materiales usados a través del ciclo de vida.
    3. Reemplazar sustancias nocivas por otras más ambientalmente sostenibles.
    4. Reciclar.
    5. Reutilizar.
    6. Reparar, crear un producto fácil de reparar para que no sea necesario reemplazarlo.
    Dentro de este QUÉ HACER es muy importante también tener en cuenta que para la implementación del Ecosideño ha de cumplirse la legislación ambiental aplicable al producto, en este caso la nueva versión de la norma ISO 14001 del 2015. Por tanto, ¿Es la aplicación del Ecodiseño y Economía Circular una variable a considerar en nuestro negocio? ¿Genera realmente alguna ventaja o beneficio aparte de una buena imagen? La respuesta es un sí rotundo. El medio ambiente es un factor más a tener en cuenta, de la misma forma que otros factores tradicionales en calzado como el coste, la ergonomía, la calidad, etc.

    Y en cuanto al QUÉ NO HACER, cabría destacar el especial cuidado que hay que tener frente a aquellos que venden materiales sostenibles sin serlo, pues durante la fase de estudio de productos ecológicos hemos encontrado demasiada publicidad engañosa, pues se posicionan como firma con valores medioambientales y carecen de rigor científico, ya que no están avalados por ningún tercero. Es lo que se hace llamar como una mala práctica denominada con el nombre de «publicidad verde» o greenwashing. Ante ello, la aplicación de la norma y el testeo de las materias primas en los laboratorios del CTCR se convirtió en fundamental para garantizar la máxima calidad y el origen natural.

    Adjuntamos carta de apoyo de la empresa Zel´s (enlace)

     

    TRANSVERSALIDAD

    A partir de este proyecto, datado de 2012, el CTCR ha conseguido potenciar el respeto al medio ambiente, la economía circular y la innovación en el diseño, no sólo entre las empresas del sector calzado, sino también en otros sectores como el del vino, pues también múltiples empresas bodegueras han experimentado el servicio de cálculo de huella de carbono y la implantación del ecodiseño, consiguiendo vinos ecológicos, cosechados sosteniblemente.

    En la actualidad, el CTCR ha permitido que este éxito sea percibido por compañías de cualquier industria, apostando todas ellas por la incorporación de esta política sostenible y la utilización de materiales biodegradables y reciclables, en contra de sustancias y productos contaminantes.

    A continuación, se citan algunos de los proyectos más relevantes derivados del citado o realizados de manera paralela por su vinculación sostenible y ambiental:

    • Suelas y entresuelas con residuos de café procedente de la hostelería: capacidad antimicrobiana.

    • Suelas recicladas para flip-flop con el 100% del polvo de neumático usado (NFU) y sin emplear adhesivos y/o coagulantes.

    • Suelas de calzado fabricadas con un 40% de PVC reciclado, procedente de los perfiles de frigoríficos y otro tipo de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEES).

    • Suelas de calzado elaboradas con al menos un 30%, del excedente sobrante de caucho vulcanizado.

    • Y el proyecto por excelencia del CTCR, líder en economía circular a nivel europeo, es el que ha conseguido demostrar tanto el proceso de despolimerización mediante solvólisis catalítica vía glicólisis de los residuos textiles de tipo poliéster que genera la industria del calzado, como la obtención de nuevas fibras para, finalmente, usarlas en la fabricación de nuevos productos. Actualmente, desde el CTCR y en colaboración con la empresa Callaghan, nos estamos encargando de fabricar plantillas con los fieltros obtenidos, cerrando de esta forma el ciclo de vida de los residuos de poliéster de calzado. Asimismo, se ha trazado una estrategia de replicabilidad para la introducción de las nuevas fibras de PET reciclado en otros sectores: packaging, automoción y construcción.